miércoles, 30 de septiembre de 2009

Juana la Loca

Juana en su infancia fue bien educada , inteligente , etc .
Adolecente se caso con Felipe, esteva previsto casarlos 4 días después de su encuentro pero no fue así porque se casaron de inmediato.Después de un tiempo Felipe fue digamos "pasando" de ella se dedicaba a la guerra y se dice que le gustaba mucho las mujeres ... entonces ya se puede entender que juana empieza a tener muchos celos.Mientras Juana estuvo encerrada en (1509) Felipe estaba en Bruselas con otras mujeres , pero Juana estaba bien aun no estaba loca. En (1530) Juana ya estaba trastornada ...normal...tantos años encerrada.
Felipe muere y ahí Juana loca por el y sus celos no quiso que fuera desenterrado, a diario abría la caja par desnudarle y besarle,también paseo su cadáver por toda España viajando de noche y durmiendo de dia.
Al final Juana acepta que su difunto marido sea enterrado y tiempo después Juana es encerrada en tordesillas, se negaba a que le pudieran duchar o cambiarse de ropa. Cuando murió y por orden de su hijo fue enterrada al lado de Felipe y de sus padres.

jueves, 17 de septiembre de 2009

Mariano José de Larra


Mariano José de Larra y Sánchez de Castro (Madrid, 24 de marzo de 1809Ibídem, 13 de febrero de 1837) fue un escritor y periodista español y uno de los más importantes exponentes del romanticismo español.
Es considerado, junto a Espronceda, Bécquer y Rosalía de Castro, la más alta cota del romanticismo literario español. Periodista, crítico satírico y literario, y escritor costumbrista, publica en prensa más de doscientos artículos a lo largo de tan sólo ocho años. Impulsa así el desarrollo del género ensayístico. Escribe bajo los seudónimos Fígaro, Duende, Bachiller y El pobrecito hablador. De acuerdo con Iris M. Zavala, Larra representa el «romanticismo democrático en acción». Lejos de la complacencia en las efusiones del sentimiento, Fígaro sitúa España en el centro de su obra crítica y satírica. Su obra ha de entenderse en el contexto de las Cortes recién nacidas tras la década ominosa (1823–1833), y de la primera guerra carlista (1833–1840).
Tras el temprano suicidio de Larra a los 27 años de edad, José Zorrilla lee en su entierro una elegía con la que se da a conocer.
En 1908 algunos de los representantes de la generación del 98, Azorín, Unamuno y Baroja, llevan una corona de flores a su tumba, homenaje que significa su redescubrimiento y la identificación del grupo con el pensamiento de Larra y con su preocupación por España.